El sector sanitario se ha visto desbordado por las recientes realidades de la pandemia de Covid-19 y la infrafinanciación crónica de diversos servicios sanitarios en los últimos dos años. A esto se añade la realidad de la creciente escasez de médicos, enfermeros, cuidadores personales y personal administrativo que ya no pueden trabajar en estas condiciones y/o están cada vez más preocupados por crisis adicionales.
Un centro de contacto puede convertirse en el principal punto de contacto para los servicios entrantes y salientes "según sea necesario" y para la asistencia continua al paciente. Los proveedores de servicios sanitarios y las organizaciones relacionadas con la atención sanitaria saben que mantener a los pacientes comprometidos y ofrecerles una experiencia oportuna y empática es de vital importancia para mantener a raya los temores de los pacientes, al tiempo que se contribuye a que todos tengan una mejor experiencia sanitaria en general.
Compromiso proactivo frente a reactivo del paciente (y el cuidador)
Al mismo tiempo, los sistemas sanitarios se ven cada vez más presionados por proveedores no tradicionales que aplican la innovación y la tecnología para mejorar la forma en que las personas cuidan de su salud. La flexibilidad es ahora clave, y los sistemas sanitarios tradicionales suelen estar más limitados en su capacidad de adaptación debido a sus sistemas heredados, tecnologías propietarias, falta de API modernas y, cada vez más, preocupaciones por la privacidad personal y la seguridad de la información sanitaria.